12 de mayo de 2010

Rumors

Mi amiga me contó que a su amigo... ¿Qué? Después de esta frase.. ¿alguien se va a creer realmente lo que va después? - No.
Muchas veces las personas por el mero hecho de relacionarnos con los demás, nos vemos en situaciones en las que aparecen temas de la vida privada de otros. Muchas de estas cosas, inventadas, surgen de cualquier comentario indebido que puede aparecer en algún momento. Los rumores, en su mayoría falsos en la totalidad de lo que cuentan, otros con exageraciones apreciables a simple vista, son en su fundamento producto del aburrimiento de las personas que, en su vida cotidiana no tienen cosas mejores que hacer que intentar indagar acerca de la vida de los demás; ya sea por interés personal, por amor, por odio, o simplemente para generar un bocaboca incesante que puede llegar a extenderse a niveles que a veces son increíbles. Siempre se sabe de quién es el rumor, pero muy pocas veces se llega a averiguar quien es el que lo ha lanzado.
De lo que te cuenten de alguien, creete la mitad de la mitad si se trata de algo malo o escabroso.
Si una persona te va a contar algo de otra, si es verdad, es porque lo ha vivido o se lo ha contado la otra persona en confianza. Si la otra persona tiene confianza como para contar algo, no creo que te lo vayan a contar a ti sin motivo aparente. Si el rumor es negativo para la persona de la que trata, o es peyorativo, la mayoría de las veces va a ser malo. Si el rumor es algo bueno o positivo de alguien, probablemente sea cierto. Lo malo es que nos bombardean en su mayoría con rumores malos sobre los demás, mientras que los buenos se extienden entre un grupo reducido de personas que pueden llegar a mostrar alegría por el bien ajeno, cosa que, en el mundo que vivimos, va a ser extraña. Muchas veces los rumores buenos, por envidias, se acaban haciendo malos. En esto de los rumores es, como bien nos enseñaban a todos en el parbulario (para que, precisamente, no contaramos cosas de los demás... algo que muchos no han aprendido) el juego del "teléfono escacharrado".. puede que se cuente algo... pero cuando se va extendiendo, al final acaba por ser una realidad totalmente deformada, o en peor caso, una mentira cruel que puede llegar a oidos del perjudicado y causarle daño.
En definitiva, a veces creemos que sabemos algo y cuando nos enteramos que es mentira puede que sea ya tarde y ya lo hayamos difundido.
Además, la mentira tiene las patas muy cortas.

Aprendamos a no contar la vida de los demás, cosa que en la sociedad actual es difícil, debido al claro ejemplo que vemos de estas mentiras y rumores en la televisión y sus múltiples programas de cotilleo a los que ahora se han empeñado en llamar magacines, y de los cuales estamos repletos a la hora de la siesta.